El Ministerio Público logró una sentencia condenatoria contra Andrés Castillo Reyes, un individuo que abusó de su posición como pastor de la Iglesia Evangélica Jesús de Nazareth para cometer actos libidinosos contra dos hermanas gemelas de 12 años de edad.
La luz sobre este caso se hizo gracias al coraje de una madre, quien reveló los abusos a los que fueron sometidas sus hijas por parte de quien consideraban un guía espiritual. Su testimonio no solo desencadenó la investigación que llevó a la condena de Castillo Reyes, sino que también destapó una serie de abusos similares cometidos por el sentenciado contra otras niñas en la ciudad.
Además de la pena privativa de libertad, se ha ordenado a Andrés Castillo Reyes el pago de una reparación civil de dos mil soles en favor de las agraviadas, un gesto simbólico que, si bien no puede borrar el daño causado, subraya la importancia de la responsabilidad y las consecuencias legales frente a tales actos.
La condena de Andrés Castillo Reyes cierra un capítulo en la lucha contra el abuso infantil, pero también abre una conversación más amplia sobre cómo proteger mejor a nuestros niños y adolescentes.
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